lunes, 27 de febrero de 2012

LOS GEMELOS DEL A.T. ESAÚ Y JACOB

Las historias Bíblicas son ricas en enseñanzas, que debemos poner en práctica para honrar a nuestros padres y tener la bendición de Dios en los hogares.

LOS GEMELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO


Resulta que Isaac se caso con una jovencita llamada Rebeca y ella se convirtió en la mamá de Esaú, el gemelo mayor que era rubio y su cuerpo estaba cubierto de vellos. Jacob, por su parte, era moreno y le gustaba ayudar a su madre con los quehaceres del hogar.

Los chicos crecieron y cada uno disfrutaba hacer las cosas distintas. Esaú era un experimentado cazador, mientras que su madre, a medida que se transformaban en todos unos hombrecitos llegó el momento de darle la bendición al primogénito, pues Isaac ya era viejo. Esta costumbre tenía un valor especial entre el pueblo de Dios y le correspondía a Esaú recibirla, pero no sucedió así.

Jacob, un experto en guisos, le propuso un canje a su hermano mayor: La bendición de su padre a cambio de un irresistible plato de lentejas. Como Esaú tenía mucha hambre no pensó en lo importante que era y aceptó la oferta y volvió al campo.

Su partida fue bien aprovechada por Rebeca, su madre, quien ayudó a Jacob a vestirse igual que su hermano y cubrió sus brazos y pecho con piel de cabrito. Ambos se valieron de la ceguera del anciano Isaac y lo engañaron, quién bendijo fue a Jacob en lugar de Esaú.












SIGNIFICADO DE LOS NOMBRES. 

Esaú: Pelirrojo, velludo como una pelliza.

Jacob: Aquél que toma por el talón; que suplanta.





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